Caminar al 2023

Una lectura crítica de la Marcha Mundial de la Marihuana

La Marcha Mundial de la Marihuana tiene como objetivo central el movilizar y enfocar la energía de la cultura cannábica en torno a un objetivo claro: la regularización de todas las formas de relacionamiento que las personas tienen con el cannabis, y es en este contexto específico, que debe ser analizada, evaluada e incluso criticada, con la finalidad de mejorarla cada año.

Es público y notorio que el movimiento Cannábico en los últimos años ha sufrido transformaciones tanto de forma como de fondo, por citar algunas, existe una generación de activistas que ahora incursionan en negocios dejando a un lado las plataformas sociales que otrora alimentaron; tenemos muchos jóvenes que sienten la necesidad de activarse en torno a la marcha o en espacios para el desarrollo pedagógico de su conocimiento sobre el cannabis; también conocemos de personas que están interesadas en ampliar la plataforma de lucha hacia otras sustancias, especialmente los psicodélicos; en fin, nos quedan cortas las líneas de este análisis para caracterizar las transformaciones que se han dado en el seno del movimiento, más queda una que es controversial y debe ser asimilada en toda su dimensión: la des unión que existe.

Si, la des unión, o si se quiere la falta de una plataforma social unificada que concentre todas las luchas que son parte de la cultura cannábica, que le dé un sentido colectivo y direccionamiento efectivo, es de lejos, uno de los grandes problemas para la realización no solo de la marcha, sino para cristalizar los objetivos políticos, sociales y económicos que nos hemos trazado.

De esta manera, compartimos una reflexión final de la marcha 2022, de forma que podamos en los siguientes meses consolidar espacios para el fortalecimiento de la Marcha Mundial de la Marihuana Ecuador 2023, la cual nace tanto como una autocrítica, como una posibilidad.

Lectura crítica de la MMM2022

Arrancamos proponiendo una lectura crítica de las actividades que desarrollamos el cinco de mayo del 2022, cuando miles de personas se congregaron en la ciudad de Quito con la finalidad de visibilizar su inconformidad con la manera como somos caracterizados por las autoridades, exigiendo respeto a nuestros derechos. Para esto hemos dividido el análisis en cuatro aspectos, a saber; agendas sociales, económicas y políticas para la construcción de la marcha, convocatoria de sectores de la cultura cannábica, proyección de los contenidos que se reivindican y acumulado social para la acción.

Todos estos elementos, a su vez, son clave para el desarrollo estratégico de las siguientes ediciones de la marcha. En general tratando de dejar posturas individuales o personalistas en el campo de los comentarios –bien o mal intencionados-, debemos entender que el ejercicio de la marcha no es una plataforma para el posicionamiento de tal o cual activista, organización o modelo empresarial en concreto, sino y sobre todo, la proyección colectiva de nuestras aspiraciones frente a distintos estamentos de la sociedad, pero sobre toda ante la esfera política, quien conformada tanto por burócratas, políticos, policías y militares, debe ser educada y concientizada sobre nuestros derechos como usuarios y los derechos que la planta tiene como parte de la naturaleza.

Agendas sociales, económicas y políticas de la MMMEC

En cuanto a la agenda se quedó en deuda, falto la consolidación colectiva de los temas y por ende la diversificación de las vocerías en personas que representen sectores como el de la salud o artesanal. Por tanto, sigue, al igual que en otras ediciones, siendo uno de los elementos más complejos por cuanto hay varios sectores que perciben esto desde los extremos, o bien como un hecho meramente ideológico imbuido de conceptualizaciones puristas y marcos morales para clasificar activistas, o, como un mero negocio el cual debe separarse radicalmente de la base social de usuarios lúdicos.

En ambos casos, la marcha debe estar clara que es un ejercicio político, más no un espacio de política electoral o partidista, y como tal debe representar la amplitud de necesidades y perspectivas de las personas que conforman la comunidad. Esto implica el desarrollo de un acercamiento a personas que utilizan el cannabis desde lo medicinal, o quienes estén involucrados en el tema artesanal, para la construcción de una agenda de lucha amplia y representativa de la comunidad, o de una gran parte de la misma.

Como reto para el 2023 queda la consolidación de una plataforma más amplia, que incluya no solo el dialogo entre los sectores cannábicos sino la profundización de los ejercicios pedagógicos que permitan a las bases cannábicas sostener sus propias agendas y ser capaces de fortalecer su presencia en el ejercicio de movilización.

Convocatoria cultura cannábica

La comunidad cannábica no la conforma únicamente quienes usan de manera lúdica el cannabis al ser la gran mayoría, sino que, la conforman todas las personas que se relacionan con esta planta, así como la marcha no es de tal o cual sector, sino el indicador de vitalidad que nuestra cultura tiene para impulsar sus causas ante las autoridades gubernamentales.

Centrar las discusiones en la cantidad de personas que asisten es una manera de tapar los conflictos estructurales a ser superados dentro del movimiento. Más allá de las anécdotas o los chismes, la convocatoria fue amplia, algo menor que el año pasado, pero implico un momento determinante para la protección de la Marcha Mundial de la Marihuana, ya que hay un cambio generacional que se observa en el despliegue de nuevas vocerías en cuanto a lxs usuarixs lúdicos, las que como vimos anteriormente deben ser ampliadas en medida de la construcción de agendas de consenso con el resto de sectores cannábicos del Ecuador.

Se hace necesario entonces el acercamiento en cada uno de los sectores, de manera que podamos consolidar, fuera de las posturas intransigentes, una coordinación de propuestas a promover frente a las autoridades las que multipliquen los frentes a trabajar y las personas que se hagan responsables.

Proyección de contenidos

En cuanto a la proyección de contenidos queda pendiente el mejorar la relación con los medios de comunicación e incluso tener personas dentro de las organizaciones que puedan debatir y posicionar los temas de la agenda cannábica como ejercicio de difusión y pedagogía. En esta marcha se volvieron a utilizar los mismos elementos del discurso de anteriores ediciones, llegando al punto que hasta el momento no se han creado nuevas consignas, las que representen de mejor manera el momento y las luchas que nos representan.

Es necesario, que a partir de la construcción de agendas se pueda diversificar estos contenidos, entendiendo también lo que las personas por fuera de la cultura cannábica están cuestionándose al respecto de nuestras propuestas o maneras de expresar la inconformidad con las autoridades. Uno de los elementos a tomar en cuenta es el creciente odio hacia nuestra comunidad, lo que nace de plataformas unidas tanto a la extrema derecha, como sectores puristas de la izquierda.

Los contenidos deben estar más claros, estar en la voz de las personas parte de las comunidades cannábica, pero al mismo tiempo, expresar las complejidades y tensiones que sostenemos ante las autoridades y porque no entre nosotros.

Acumulado social

La Marcha Mundial de la Marihuana es la expresión de un acumulado de esperanzas, búsquedas, necesidades, empatías y rencores que se expresan como fenómeno de masas año tras año, no es un producto espontaneo sino un caminar permanente, un trabajo constante, que implica varios frentes. Este año es notorio el crecimiento del núcleo de acción de la marcha, además del cambio de generación, sin embargo, se retrocedió en aspectos claves como los procesos pedagógicos, que en ediciones anteriores fueron clave en el fortalecimiento del acumulado social y su conciencia frente al problema.

Este año la gran parte de la masa movilizada son personas usuarias de los sectores populares de Quito, la gran mayoría jóvenes, justamente sobre la parte de la cultura cannábica en donde más represión por parte de la policía existe, y son al tiempo, las personas que más información legal necesitan. Este segmento de la población se articula dentro de la marcha de manera natural, por cuanto uno de los principales intereses es visibilizarse ante las autoridades policiales y judiciales, tomando de forma colectiva los espacios que nos son negados, para fumar de manera segura, entre cientos de compañeros y compañeras.

La marcha debe crecer en términos de su acumulado, y para esto está la implementación de agendas que nos representen a todos. Más lo que resulta fundamental es desplegar con mayor fuerza y capacidad los procesos de formación, difusión de contenidos, fortalecimiento de procesos de base, desarrollo de conocimientos sobre el auto cultivo, intercambio de semillas, entre otras actividades con la gente.

Conclusión

El fortalecimiento de la Marcha Mundial la Marihuana y su accionar como herramienta de presión ante las clases políticas-autoridades del Estado de la cultura cannábica es una responsabilidad colectiva que implica el acuerdo entre los distintos sectores para buscar los objetivos comunes que implican la normalización, legalización y regulación de todas las formas de relacionamiento que las personas tienen con la planta del cannabis o sus moléculas.

Para el 2023 queda como gran deuda el fortalecer los espacios de debate, reflexión y pedagogía, con el fin de elevar el nivel y mejorar la calidad de la marcha y su propuesta performática. Es importante retomar en los espacios populares y disputar desde la cultura el sentido mismo de las políticas que pretenden determinar los límites de nuestras decisiones. 

Nada se logrará con posturas extremas que no tiendan al diálogo sino a la ruptura de los espacios de activismo cannábica o desarrollo de iniciativas culturales, sociales o económicas, ya que la marcha perdería su sentido de acción. Esto pasa por dejar de considerarse que alguien es poseedor de una verdad única e inefable, y que, de hecho, el movimiento esta construido desde las más variadas experiencias y por tanto es necesario unir, no desechar. Por ende se hace un llamado a que se les brinde espacio a gente joven dentro de las organizaciones y también se incita que los jóvenes se empoderen de esta lucha para que no quede en manos de unos pocos, descentralizando en los diversos espacios donde convergen las diversas relaciones con la planta. También se hace un llamado de atención a los diversos actores del movimiento, que se deje a un lado el negociado de la planta y se sienten a trabajar en comunidad. No queremos monopolios, es importante trabajar entorno a la economía popular y solidaria, la planta es de todas y todos y no de unos pocos.

Por consiguiente La Caja Negra, Lago Agrio Cannábico, Fundación Natural High y El Viaje nos comprometemos y nos aseguraremos que esta lucha sea para las siguientes generaciones.

#TodosSomosLaPlanta #MarihuanaEsMarihuana #MMMEcuador2022

2 respuestas a “Caminar al 2023

  1. Gran labor que han hecho muchachos , ay que seguir en pie de lucha y demostrar que somos las mejores personas más no delincuentes.

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  2. Avatar de Giovanny Cevallos
    Giovanny Cevallos

    Genial muchachos. Felicitaciones a todos los que hicieron posible esta marcha

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