La memoria sangrienta: un año de las masacres carcelarias en el

Ecuador

El macabro recordardatorio de que hace más de un año atrás se perpetro la primera de las grandes masacres de personas privadas de libertad en el Ecuador nos debe llamar profundamente la atención e increparnos a reflexionar como cultura cannábica.

Solo el año pasado alrededor del 1% de la población carcelaria fue masacrada sin que esto aún haya sido investigado o aclarado por las autoridades competentes demostrando una actitud prejuiciosa que se encuentra en los linderos de la limpieza social. Es evidente que los centros carcelarios del Ecuador están tomados por las mafias y que la falta de una política pública nos está llevando al despeñadero.

Por su parte el estigma y la criminalización en contra de la comunidad cannábica llena las cárceles de personas que no han cometido crimen alguno, sino que se relacionan con la planta de una manera que no se ajusta a los criterios morales de la autoridad, y en base a este prejuicio, han construido un sistema corrupto de persecución, en contra de marihuaneros y marihuaneras.

¿Cuántas personas muertas el año pasado e incluso este año estuvieron encarceladas por cantidades mínimas de cannabis u otras drogas? ¿Cuántas personas están recluidas por cantidades mínimas, engrosando la estadística de hacinamiento de las cárceles? Es tal el estigma que pesa en contra de todas estas comunidades, que el propio gobierno al dar el último indulto para reducir la población carcelaria dejó afuera a los delitos relacionados con sustancias y no a la estafa o el robo.

Entendemos que el crecimiento de la violencia, los constantes decomisos y las masacres en las cárceles son el correlato del crecimiento del Narco-Estado en el Ecuador, de la profunda imbricación entre las autoridades con el capital transnacional e ilegal del comercio de la cocaína, que son una sola mafia.

Por eso sostenemos nuestra propuesta de legalizarlo, regularizar y descriminalizar todas las sustancias, no solo el cannabis como estrategia para buscar la paz en el Ecuador. Es urgente que el gobierno indulte a las personas privadas de la libertad por delitos de drogas de forma análoga al 2008; y de igual manera, que fiscalía y la función judicial dejen de utilizar la prisión preventiva como el único recurso durante las indagaciones previas en casos relacionados con tenencia de sustancias.

Por ende condenamos la masacre carcelaria que se está dando dentro de las prisiones y esta semana en la ciudad de Santo Domingo, si desde el gobierno no se da los recursos necesarios para que la rehabilitación social de las personas privadas de la libertad sea inclusiva, las mafias seguirán dominado y la corrupción imperando estos territorios que ahora pertenecen a las bandas criminales.

¡No más presos por sembrar, por plantar, por consumir o por intercambiar!

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